Cómo cargar mercancías peligrosas y no peligrosas en el mismo contenedor – reglas y buenas prácticas

Jun 26, 2025

¿Se pueden cargar mercancías peligrosas y no peligrosas en el mismo contenedor?

Sí, es posible, pero solo si se siguen normas muy estrictas. Hay que comprobar la compatibilidad entre productos según el Código IMDG, asegurar la correcta separación y estiba, y contar con toda la documentación y el etiquetado obligatorio. Saltarse estos pasos puede provocar sanciones, rechazos o incluso poner vidas en peligro.

¿Puedes combinar carga peligrosa y no peligrosa en el mismo contenedor? Lee esto antes de hacerlo

Mezclar productos peligrosos con mercancía general en un solo contenedor implica riesgos reales. Pero si se hace correctamente, no solo es legal, sino también común en el transporte marítimo internacional.
En esta guía te explicamos los pasos clave: cómo clasifica la ONU las sustancias peligrosas, cómo usar las tablas de compatibilidad, cómo asegurar la carga y qué normas internacionales debes seguir, como el Código IMDG.
Si estás enviando baterías de litio, químicos corrosivos o líquidos inflamables, cada decisión importa. Un simple error puede causar retrasos, multas o incidentes graves. Aquí te mostramos cómo lo hacen los profesionales de logística: desde técnicas de segregación hasta documentación y etiquetado adecuados.

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Table of contents

Introducción: ¿Es posible mezclar carga peligrosa y no peligrosa?

Transportar mercancías peligrosas junto a carga no peligrosa en un mismo contenedor está permitido, pero solo si se siguen reglas muy claras. Esta combinación puede ser útil para ahorrar costes o aprovechar mejor el espacio, pero también implica riesgos serios si no se maneja con cuidado.

Para cumplir con la normativa internacional, hay que planificar bien la carga, separar los productos incompatibles siguiendo las tablas oficiales de segregación y tener toda la documentación en regla. Cumplir no es opcional: es una obligación legal y operativa. Si se comete un error, puede haber reacciones químicas, daños al contenedor o exposición a vapores tóxicos.

Toda persona implicada –ya sea cargando, ofreciendo productos al transporte o moviendo el contenedor– debe tener formación específica y un certificado válido según la normativa aplicable. En el transporte marítimo, esto suele estar regulado por el Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas (IMDG), que define los requisitos de formación en su Capítulo 1.3.

¿Qué se considera mercancía peligrosa?

Las mercancías peligrosas son sustancias o materiales que pueden representar un peligro para la salud, la seguridad pública, las infraestructuras o el medio ambiente durante su transporte. La ONU clasifica estos productos en nueve clases de riesgo, que incluyen explosivos, gases inflamables, productos corrosivos y materiales radiactivos.

Estas clases están definidas por el Código IMDG y se aplican también a otros medios de transporte como carretera (ADR) o ferrocarril (RID). Cada producto peligroso tiene un número ONU y se asigna a un grupo de embalaje según su nivel de riesgo. Esto determina si puede viajar junto con mercancía no peligrosa y en qué condiciones.

Incluso productos domésticos como quitaesmalte (UN 1993) o lejía (UN 1791) se consideran mercancías peligrosas si se transportan en grandes cantidades. Otros, como las baterías de litio (UN 3480 o UN 3481), están muy regulados por su inflamabilidad y riesgo de incendio espontáneo. Clasificar mal un producto –ya sea por ignorancia o por error– puede conllevar sanciones graves y problemas de seguridad.

Clasificar bien no es solo un trámite: es la base para todo lo demás, desde cómo se coloca la carga hasta cómo se responde ante una emergencia.

Cómo entender las clases de riesgo y grupos de embalaje

Cada mercancía peligrosa se clasifica por su clase de riesgo y su grupo de embalaje. La clase de riesgo (asignada por la ONU) indica el tipo de peligro: inflamabilidad (Clase 3), toxicidad (Clase 6) o reactividad química (Clase 5), entre otros. Hay nueve clases principales, y algunos productos tienen riesgos adicionales que exigen etiquetas extra.

El grupo de embalaje señala el nivel de peligro dentro de cada clase. Grupo I es el más peligroso, Grupo II tiene riesgo moderado y Grupo III es menos crítico. Esta clasificación influye en la forma de estibar y en qué tipo de envases se pueden usar.

Estas categorías no son solo detalles técnicos: determinan cómo se puede combinar la mercancía en un contenedor. Por ejemplo, un líquido inflamable como el tolueno (Clase 3, Grupo II) debe mantenerse alejado de alimentos o materiales muy combustibles. Si no se siguen las reglas, pueden producirse reacciones químicas, daños o incendios durante el transporte.

Antes de cargar cualquier contenedor mixto, el equipo logístico debe revisar la clase de riesgo y el grupo de embalaje de cada producto, y compararlos con las tablas de compatibilidad del Código IMDG. Este paso es clave para garantizar la seguridad y cumplir con la normativa internacional.

¿Cuáles son los riesgos de combinar carga peligrosa con carga normal?

Mezclar mercancías peligrosas con carga no peligrosa en un mismo contenedor puede ser muy arriesgado si no se analiza cuidadosamente su compatibilidad. Ciertas sustancias pueden reaccionar entre sí y provocar incendios, liberar gases tóxicos o incluso generar explosiones. Por ejemplo, si colocas líquidos inflamables cerca de agentes oxidantes, podrían encenderse de forma espontánea bajo ciertas condiciones. Además, una fuga de un material incompatible puede dañar otros productos o contaminar alimentos, lo que representa tanto un riesgo para la salud como una posible pérdida económica.

Y los daños no se limitan al contenedor. En los peores casos, estos errores pueden poner en peligro a la tripulación, dañar otros contenedores cercanos o incluso causar contaminación ambiental. Aun cuando los productos estén separados físicamente por tabiques o barreras, algunas combinaciones siguen estando prohibidas según el Código IMDG debido al riesgo de transmisión de vapores o reacciones peligrosas.

Además del aspecto de seguridad, las consecuencias legales pueden ser graves. Las autoridades pueden rechazar el envío por completo o imponer multas que superen el valor de la carga. Según datos de CEFIC (Consejo Europeo de la Industria Química) y varios puertos del norte de Europa, muchos de estos errores se deben a clasificaciones incorrectas, mala planificación de la carga o incumplimiento de las reglas de segregación.

Para evitar problemas, la planificación de cargas mixtas debe tomarse con la misma seriedad que si fuera una carga 100 % peligrosa. La compatibilidad debe comprobarse a nivel del número ONU, no solo por clase general.

Regulaciones que controlan la carga mixta en contenedores

Tanto a nivel internacional como nacional existen normativas muy claras sobre cómo cargar mercancías peligrosas junto con mercancía normal. En el transporte marítimo, la guía principal es el Código IMDG. Por carretera en Europa se aplica el Acuerdo ADR, y por tren, el Reglamento RID. En Canadá, las reglas TDG también exigen cumplimiento, especialmente en lo referente a compatibilidad y documentación (Apéndices 1 y 2).

Estas normas regulan aspectos como clasificación, etiquetado, documentación y, sobre todo, segregación. Esta última es clave para que sustancias incompatibles no entren en contacto ni siquiera de forma indirecta, como por vapores o espacios compartidos.

Herramientas clave en estas regulaciones:

  • Códigos de segregación (códigos S): indican si dos sustancias deben ir separadas por distancia, por una barrera física o en contenedores completamente distintos.
  • Categorías de estiba: señalan dónde deben colocarse las mercancías peligrosas dentro del contenedor (por ejemplo, lejos de las puertas o bajo cierta altura).
  • Disposiciones especiales y exenciones: en algunos casos muy específicos, las autoridades permiten cargar ciertos productos juntos, siempre que se apliquen medidas de seguridad adicionales.

Antes de cargar cualquier mezcla, es obligatorio comprobar el número ONU, la clase de riesgo y el grupo de embalaje de cada producto según las reglas de segregación aplicables. Además, el documento de transporte debe indicar el nombre oficial de envío, seguido del número ONU, la clase de peligro y el grupo de embalaje, sin cambios ni omisiones. Si esta estructura no se respeta, se invalida la aprobación del transporte y se arriesgan sanciones o retrasos.

Cómo planificar tu contenedor: segregación y compatibilidad

Antes de cargar cualquier contenedor mixto, es obligatorio hacer una verificación precisa de compatibilidad. Este paso no es opcional. Hay que comenzar revisando las hojas de seguridad (MSDS) de cada producto y confirmando sus números ONU, clases de riesgo y grupos de embalaje. Esta información te dirá si dos productos pueden ir juntos legal y seguramente.

Los planificadores profesionales usan las tablas de segregación del Código IMDG o herramientas digitales como Hazcheck para comparar productos. Estas soluciones indican si se necesita separación física, ventilación o aislamiento completo. Es crucial evaluar tanto la incompatibilidad química como física, ya que algunas sustancias reaccionan con solo estar cerca, sin contacto directo, debido a los vapores.

Aspectos clave para organizar la carga:

  • Segregación vertical: solo se permite colocar carga no peligrosa encima de carga peligrosa si las normas lo permiten. Algunas sustancias nunca deben ir encima ni debajo de otras por riesgo de derrames o gases.
  • Separación horizontal: usa barreras sólidas entre sustancias que deben permanecer completamente separadas bajo cualquier condición.
  • Ventilación: ciertos productos –especialmente gases y líquidos volátiles– deben estibarse en zonas bien ventiladas para evitar acumulaciones o presión.

Un error común es asumir que ciertos productos “parecen” seguros. Por ejemplo, muchos creen que productos de limpieza o quitaesmalte no representan peligro. Pero si pertenecen a la Clase 3 (inflamables) o Clase 8 (corrosivos), pueden requerir aislamiento estricto respecto a alimentos, plásticos o materiales combustibles.

Para evitar riesgos y cumplir la normativa, siempre usa fuentes oficiales como la Tabla A del Código IMDG o herramientas digitales actualizadas. Estas verificaciones son parte fundamental de la documentación de cumplimiento y se exigen tanto en aduanas como en seguros.

Riesgos de temperatura y ventilación en mercancías peligrosas

Algunos productos peligrosos reaccionan mal al calor o a la falta de ventilación. Sustancias como peróxidos orgánicos (Clase 5.2), gases inflamables (Clase 2.1) y materiales autorreactivos pueden volverse inestables si se calientan demasiado o quedan encerrados sin flujo de aire. Estos no son riesgos teóricos: ocurren con frecuencia en el transporte intermodal, especialmente en climas cálidos o en puertos congestionados.

En patios de contenedores cerca de puertos como Vancouver o Los Ángeles, la temperatura interna puede superar los 50 °C durante el verano. Si el contenedor no tiene ventilación adecuada, este calor puede acelerar reacciones químicas o aumentar la presión interna. Para sustancias como el peróxido de dicumilo (UN 3110) o el isobutano (UN 1969), estas condiciones pueden provocar rupturas, incendios o liberaciones químicas peligrosas.

Antes de cargar, revisa las fichas de seguridad (MSDS) para conocer los límites de temperatura y requisitos de ventilación. Algunos materiales deben mantenerse dentro de un rango de temperatura específico o requieren ventilación forzada o pasiva. Confiar solo en el aire natural es arriesgado en condiciones de alto riesgo.

Una planificación adecuada no es solo completar documentos. Implica anticipar cómo se comportará tu carga a lo largo del viaje. Si se necesita ventilación, asegúrate de que el contenedor tenga rejillas de aire o considera usar uno refrigerado o ventilado. En algunos casos, el transporte con control de temperatura es obligatorio, incluso para trayectos cortos.

Embalaje, bloqueo y sujeción adecuados

Una vez verificada la compatibilidad de la carga, el siguiente paso clave es asegurarla físicamente. Las mercancías peligrosas deben estar bien sujetas para soportar vibraciones, cambios de dirección y frenadas bruscas. Si no se sujetan correctamente, los bultos pueden moverse, romperse o dañar el contenedor, provocando incidentes graves.

Usa barreras que no reaccionen

Cuando separes carga peligrosa de no peligrosa, asegúrate de usar materiales que no reaccionen químicamente. Las vigas de madera (usualmente de 10×10 cm) son estándar para crear barreras rígidas. También se pueden usar insertos de espuma o cojines de aire, siempre que se haya comprobado que son compatibles con los productos transportados. Para líquidos o polvos, las láminas protectoras o capas absorbentes son clave en caso de derrame.

Respeta el orden de carga y el acceso de emergencia

Los objetos pesados deben ir en el fondo del contenedor para mantener el equilibrio. Las mercancías peligrosas que presentan riesgo por inhalación o incendio se suelen colocar cerca de las puertas del contenedor. Esto facilita el acceso a bomberos o inspectores en caso de emergencia, sin tener que descargar todo. Esta práctica está respaldada por el Código IMDG.

La distancia importa, incluso con barreras

Si usas materiales blandos o semirrígidos para separar cargas incompatibles, deja al menos 2 a 5 cm de espacio entre ellas. Esta separación ayuda a prevenir el contacto, la fricción o la compresión durante el viaje. Incluso un pequeño movimiento del camión o del barco puede causar una reacción química si los materiales no están bien empacados.

Cuida el peso y el equilibrio del contenedor

Repartir bien el peso no es solo buena práctica, es un requisito legal. Si se sobrepasa el peso máximo o se carga de forma desigual, se puede comprometer la estructura del contenedor e incluso provocar vuelcos. Siempre revisa la placa CSC del contenedor para conocer su capacidad y evita colocar cargas pesadas e incompatibles en la parte superior.

Cada paso de sujeción debe registrarse y, si es necesario, ser verificado por un asesor de seguridad certificado (DGSA) o personal capacitado. Una carga bien asegurada no solo es más segura, también ayuda a evitar retrasos, reclamaciones y rechazos en terminales.

Requisitos de documentación y etiquetado

Aunque la carga esté perfectamente embalada, el envío no será legal si no cuenta con la documentación completa y precisa. Los papeles son tan importantes como el embalaje físico, especialmente cuando se combinan mercancías peligrosas y no peligrosas en el mismo contenedor.

Presenta todos los documentos necesarios en el formato correcto

Antes de cargar, el remitente debe preparar varios documentos clave. La Declaración de Mercancías Peligrosas (DGD) confirma la clasificación, el embalaje y el manejo adecuado de los materiales peligrosos, y debe estar firmada por una persona capacitada y certificada. El Certificado de Embalaje del Contenedor (CPC) verifica que la carga se hizo según todas las normas de seguridad y segregación.

Cada producto peligroso también debe ir acompañado de su Ficha de Seguridad (MSDS), que detalla los riesgos, el manejo y qué hacer en caso de emergencia. Además, es esencial un plan de estiba detallado, que muestre la ubicación de cada artículo, especialmente los peligrosos, tanto para la seguridad como para cumplir con la normativa.

En todos los envíos de mercancías peligrosas, el documento de transporte debe incluir un número de contacto de emergencia disponible las 24 horas. Esto es obligatorio según el Código IMDG y permite a los equipos de emergencia actuar rápidamente si ocurre un incidente.

Usa etiquetas y paneles resistentes y legales

El etiquetado no es opcional, es un requisito legal. Los contenedores con mercancías peligrosas deben llevar etiquetas y paneles que cumplan con el Código IMDG, indicando la clase de peligro y la naturaleza del contenido. Estas señales deben colocarse en las puertas del contenedor y en cada bulto que contenga mercancía peligrosa.

Cada etiqueta debe medir al menos 100 x 100 mm, estar impresa con los colores y símbolos correctos, y ser resistente al clima. Si una etiqueta se borra, despega o daña durante el viaje, el contenedor podría ser retenido o rechazado al llegar al puerto. Inspeccionarlas regularmente y usar adhesivos adecuados es clave para evitar fallos de cumplimiento.

El Código IMDG también exige que los números ONU y los nombres oficiales de los productos aparezcan claramente tanto en el paquete como en la documentación. Esto facilita el trabajo de aduanas, transportistas y personal de emergencia durante todo el trayecto.

La documentación precisa y el etiquetado claro no son solo trámites: son una obligación legal y moral. Un simple error puede retrasar el envío, generar multas o poner vidas en riesgo. Siempre revisa dos veces y, ante cualquier duda, consulta a tu asesor de seguridad antes de cargar.

Buenas prácticas de los profesionales en logística

Transportar mercancías peligrosas junto con productos no peligrosos en un mismo contenedor requiere más que solo cumplir con la normativa. Se necesita disciplina operativa y experiencia práctica. Los equipos logísticos más preparados aplican estrategias comprobadas para evitar rechazos de carga, retrasos y problemas de seguridad.

Planifica con herramientas digitales, no con suposiciones

Una buena planificación comienza mucho antes de cerrar las puertas del contenedor. Los expertos usan plataformas digitales que revisan la compatibilidad de las sustancias en tiempo real, siguiendo las reglas actualizadas del IMDG, ADR y RID. Estas herramientas alertan si hay conflictos entre productos y proponen formas seguras de distribuir la carga. Programas como Hazcheck Workbench y simuladores de carga permiten probar configuraciones de forma virtual, reduciendo los riesgos al momento del embalaje real.

Involucra a expertos en mercancías peligrosas desde el inicio

Los transportistas con experiencia consultan a asesores de seguridad en mercancías peligrosas (DGSA) en la etapa de planificación, no después de que surgen los problemas. Las auditorías previas al envío, realizadas por personal certificado, ayudan a detectar errores en la clasificación, etiquetado y distribución de la carga. También confirman que la documentación coincide con lo que hay dentro del contenedor. En muchos casos, el DGSA firma la declaración de mercancías peligrosas (DGD) y aprueba el plan de estiba como parte del proceso de cumplimiento.

Forma al personal y elige bien a los transportistas

La formación no es opcional. Cualquier persona que prepare, manipule o transporte mercancías peligrosas debe recibir capacitación formal conforme a los estándares del IMDG y ADR. Esto incluye a trabajadores de almacén, supervisores y conductores. Si no están certificados, incluso una carga bien embalada puede incumplir la normativa y provocar sanciones.

También es clave elegir bien a los socios logísticos. Solo se debe confiar este tipo de envíos a transportistas y operadores logísticos con experiencia demostrada en cargas mixtas. Su conocimiento de los requisitos portuarios, inspecciones y protocolos de emergencia puede marcar la diferencia entre una entrega exitosa y un contenedor retenido.

Realiza pruebas en condiciones reales

Algunas empresas simulan cargas completas o pruebas en condiciones reales para observar cómo se comporta la carga ante cambios de temperatura, movimientos largos o estrés físico. Estas simulaciones revelan puntos débiles en el embalaje o la separación de productos y pueden prevenir fallos graves. Puertos como Róterdam y Montreal son reconocidos por usar estos métodos de forma proactiva, en colaboración con grandes empresas y autoridades portuarias.

Al combinar conocimientos técnicos con procedimientos prácticos, los equipos logísticos reducen riesgos y aseguran que los envíos cumplan con los estándares internacionales de principio a fin.

Qué evitar: errores comunes en cargas mixtas

Incluso los equipos logísticos con experiencia pueden cometer errores al transportar mercancías peligrosas junto con productos normales. En muchos casos reportados, el problema no fue la falta de normas, sino no aplicarlas bien o interpretarlas de forma incorrecta.

La incompatibilidad es el mayor peligro

Uno de los errores más comunes es colocar sustancias incompatibles juntas, muchas veces por descuido o por confiar en envíos anteriores. Que un producto se haya enviado sin problemas una vez no significa que cumpla con las reglas actuales. Por ejemplo, combinar oxidantes con inflamables, aunque estén separados, puede ser muy peligroso si hay calor o movimiento.

Una mala distribución bloquea el acceso en emergencias

Otro riesgo grave es colocar mercancías peligrosas en zonas del contenedor que dificulten el acceso en caso de emergencia. Si un producto peligroso queda detrás de otros bultos, los equipos de emergencia podrían perder tiempo valioso o no lograr controlar el problema a tiempo. Los planes de estiba deben priorizar el acceso rápido según el tipo de sustancia.

Un embalaje inadecuado causa daños y fallos normativos

Usar envases internos incorrectos—por ejemplo, colocar sustancias corrosivas en materiales que reaccionan con ellas o en contenedores no certificados por la ONU—puede provocar fugas, dañar el contenedor o incluso causar el rechazo total del envío en la inspección. El embalaje debe ser compatible químicamente y aprobado para transporte según el IMDG o el código correspondiente.

El cumplimiento depende de usar las normas más recientes

Muchos operadores siguen usando versiones antiguas del Código IMDG, ignorando que estas reglas se actualizan con frecuencia. Cada edición incorpora nuevos hallazgos científicos y recomendaciones de la ONU. Si no trabajas con la versión actual, puedes pasar por alto cambios importantes en clasificación, segregación o disposiciones especiales.

Mal uso de las exenciones de “Cantidad Limitada”

La norma de Cantidad Limitada (LQ) suele malinterpretarse. Algunos remitentes creen estar exentos de las reglas normales, pero los límites LQ dependen tanto del volumen como del tipo de sustancia. Un mal uso o etiquetado incorrecto puede provocar infracciones graves, aunque el embalaje parezca seguro.

El costo de un incidente durante el transporte siempre será mayor que el esfuerzo de hacer las cosas bien desde el principio. Los equipos logísticos responsables no ven las mercancías peligrosas como un atajo, sino como un riesgo que debe gestionarse cuidadosamente.

Quién puede ayudarte: cuándo consultar a un experto en mercancías peligrosas

No todos los equipos logísticos tienen personal especializado en mercancías peligrosas, y justamente ahí es donde suelen ocurrir errores costosos. Al planificar cargas mixtas, especialmente si incluyen sustancias reguladas, pedir ayuda experta no es opcional: es una medida clave de seguridad.

Cuándo buscar apoyo externo

Cualquier envío que incluya explosivos (Clase 1), gases inflamables (Clase 2.1) o sustancias tóxicas (Clase 6.1) debe ser revisado por un asesor certificado en mercancías peligrosas (DGSA) o por un experto autorizado por la empresa transportista, a menos que ya tengas personal calificado en tu equipo. Estas clases tienen riesgos elevados y normas más estrictas de compatibilidad, que exigen conocimientos técnicos más profundos que los básicos del código IMDG.

Los transportistas también forman parte del cumplimiento

Los transportistas y agentes de carga confiables también tienen un rol importante como asesores. Muchos cuentan con expertos en estiba interna que aplican evaluaciones de riesgo más allá de las reglas generales. Su experiencia práctica suele detectar posibles conflictos de compatibilidad antes de cargar el contenedor, especialmente en rutas complejas o envíos con transbordo.

El enfoque de Pier2Pier

En Pier2Pier trabajamos directamente con fabricantes, exportadores y equipos logísticos para planificar cargas mixtas seguras y conforme a las normas. Usamos herramientas actualizadas de análisis de compatibilidad y aplicamos el Código IMDG más reciente para minimizar riesgos y evitar retrasos. Ya sea revisando reglas de segregación, validando documentos o coordinando con las autoridades portuarias, te ayudamos a cumplir desde el primer día.

Preguntas frecuentes: mezclar mercancías peligrosas y no peligrosas en un contenedor

Cuando se trata de cargas mixtas, los remitentes suelen hacer las mismas preguntas. Aquí están las siete más frecuentes al combinar mercancías peligrosas y normales en un mismo contenedor.

¿Cuáles son los principales riesgos de mezclar carga peligrosa con carga regular?
Los riesgos principales incluyen incendios, reacciones químicas tóxicas, explosiones y acumulación de presión por gases. Una carga mal planificada también puede causar multas y dañar tu reputación. Siempre revisa las tablas de compatibilidad y consulta a un experto si tienes dudas.

¿Cómo sé si dos productos son compatibles para el transporte?
Debes usar la tabla de segregación del IMDG, consultar los números UN y verificar las reglas de compatibilidad. Herramientas como Hazcheck o la normativa nacional te dan orientación precisa y actualizada.

¿Qué documentos necesito al combinar carga peligrosa con no peligrosa?
Necesitas la Declaración de Mercancías Peligrosas, el Certificado de Embalaje del Contenedor, las hojas de datos de seguridad (MSDS) y un plan de estiba correcto. El etiquetado y los datos de contacto de emergencia deben cumplir con el IMDG y estar visibles en el contenedor.

¿Hay mercancías peligrosas que nunca se deben combinar con otras?
Sí. Algunas, como los explosivos (Clase 1) o los gases tóxicos (Clase 2.3), deben ir completamente separadas. Ni siquiera las barreras físicas permiten su mezcla. Consulta siempre los códigos de segregación del IMDG.

¿Qué es la segregación vertical y horizontal?
La segregación vertical implica colocar productos incompatibles con separación en altura (por ejemplo, la carga peligrosa en la parte inferior). La segregación horizontal exige separar físicamente productos en el mismo nivel. Ambas siguen reglas específicas del IMDG.

¿A quién contacto si no estoy seguro sobre mi plan de carga?
Consulta a un experto certificado en mercancías peligrosas, un agente de carga o al equipo de seguridad del transportista. En Pier2Pier ayudamos a exportadores y equipos logísticos a planificar cargas mixtas que cumplan con la normativa y eviten retrasos costosos.

Últimas comprobaciones antes de cerrar el contenedor

Sí, es posible cargar mercancías peligrosas junto con productos normales en el mismo contenedor, pero nunca sin un plan detallado. Cada paso es importante. Comienza con una clasificación precisa y documentación completa. Verifica la compatibilidad de todas las sustancias usando tablas oficiales o herramientas digitales certificadas. Cumple las reglas de segregación del IMDG y ADR, y usa embalajes diseñados para resistir tanto impactos físicos como reacciones químicas. Etiqueta todo claramente y ten la documentación lista para inspecciones.

Este proceso no solo protege tu carga. Protege la reputación de tu empresa, asegura el cumplimiento legal y-sobre todo-mantiene a las personas a salvo. Desde baterías de litio y productos corrosivos hasta mercancía general, cada artículo debe manipularse con cuidado y precisión.

¿No estás seguro de cómo hacerlo bien? No adivines.

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Bruce Elkin